Con este rediseño, se quiere lograr dar al Salón una imagen distintiva, fresca y atractiva, tres puntos que a menudo quedan olvidados en convenciones similares.

La campaña se basa en la idea de que el manga se da un paseo por Murcia, con personajes que evocarán la ternura e incluso nostalgia de los menos aficionados al manga, todo ello en clave de humor.